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Introducción al destino

No hay mejores palabras para definir a Valencia que luz, color y fuego. Al pasear por sus calles sentirás el olor de la pólvora mezclado con el aroma del azahar. El fuego y la alegría forman parte de la personalidad valenciana. Como buena ciudad costera, el mar también moldea la personalidad de sus habitantes, abiertos y amables, y el sol marca el carácter de una ciudad que vive al ritmo de las mascletás. No te quedes en la luna de Valencia y ven a descubrir los secretos del fuego en la ciudad del Turia.

Cómo moverse

En Valencia, podrás desplazarte de diferentes formas: en autobús, en metro o en tranvía. Ahora además puedes circular por la amplia red de carriles bici que recorren la ciudad. Una buena opción es pasear por el centro a pie, la zona por la que se extienden gran parte de los puntos de interés más importantes no es excesivamente grande y eso te permitirá descubrir la ciudad de una forma más auténtica.

Qué ver y qué hacer

El barrio del Carmen está situado en el casco antiguo y es una buena zona para pasear tranquilamente. La Ciudad de las artes y de las ciencias, diseñada en parte por el arquitecto Santiago Calatrava, sorprende por su diseño vanguardista y está dedicada a actividades de ocio cultural. El Hemisfèric, por ejemplo, es como un enorme ojo humano y el Museo de las Ciencias está diseñado para aprender de forma interactiva y amena. La Catedral es el lugar perfecto para combinar una visita cultural con las compras o el ocio ya que las calles que la rodean están llenas de tiendas interesantes y terrazas donde tomar algo. Una vez aquí, no debes dejar pasar la oportunidad de subir al Miguelete (Micalet en valenciano) que forma parte del campanario de la catedral. Es un elemento mítico de la cultura valenciana. Las Torres de Serranos son un símbolo de la ciudad y, junto a las Torres de Quart, son las dos únicas puertas que se conservan de las doce que había en la antigua muralla que rodeaba Valencia. El edificio en el que se encuentra el mercado de Colón refleja detalles del modernismo de Gaudí. El Ayuntamiento está situado en un bonito edificio decorado con iconos de la cultura valenciana. Queda cerca de la Plaza de Toros y de la estación del Nord, que es uno de los mejores edificios de estilo modernista de la ciudad. Para relajarse un rato, quizá uno de los mejores lugares sea la Plaza de la Reina ya que cuenta con numerosas terrazas en las que sentarse al sol y además la plaza tiene un encanto especial. Alrededor, hay un mercado de diversos productos que se establece los domingos. La ciudad además cuenta con numerosas zonas verdes, sobre todo en el antiguo cauce del río Turia que recorre toda la ciudad y en el que se organizan numerosos eventos. Además de todo esto, Valencia tiene la suerte de ser una ciudad costera. Playas como la de las Arenas o la Malvarrosa cuentan con una excelente red que las comunican con la ciudad. La Malvarrosa cuenta con un largo paseo marítimo lleno de restaurantes y zonas de recreo. Por otro lado, el Saler es un espacio protegido así que conserva sus dunas y su vegetación. Parece casi una playa virgen.

Eventos y fiestas típicas

La Mostra de València es un festival anual de cine que se ha convertido en una cita ineludible de la agenda cultural de la ciudad. En abril se celebra la Semana Santa Marinera en los poblados marítimos de la ciudad que son el Grao, el Cabanyal y el Cañamelar. El 9 de octubre, la ciudad de Valencia celebra el día de la comunidad. Las fiestas más conocidas de Valencia son las Fallas, que tienen lugar en marzo. Durante estos días festivos, la ciudad se llena de ninots, muñecos de madera con motivos satíricos. Parte de esta tradición son las mascletás que se realizan en la plaza del Ayuntamiento al medio día. Consiste en una enorme traca de masclets (petardos muy sonoros). Es un espectáculo que no consiste en ver sino en oír y sentir. La noche del 19 de marzo tiene lugar la cremà. Todas las fallas arderán menos una, la indultada, que se elige por votación popular.

De compras

La tradición cerámica está muy arraigada en la Comunidad Valenciana por lo que podrás encontrar objetos artesanales de todo tipo hechos con este material. La calle de Colón es el centro neurálgico de las compras, aquí encontrarás todo lo que buscas. En cuanto a mercadillos, en la Plaza Redonda se organiza los domingos un mercado en el que se puede encontrar de todo, desde cuadros a plantas pasando por música. En el Mercado Central se mezclan los aromas y los colores de los diferentes productos frescos que en él se venden. Asimismo, su arquitectura modernista es todo un espectáculo. Otra joya de la arquitectura es el mercado de Colón que ahora se ha convertido en un lugar clave para el ocio gracias a sus tiendas y restaurantes. Por otro lado, el Mercado de Ruzafa es un lugar tradicional.

Qué se cuece en Valencia

Las condiciones naturales de la Albufera de Valencia han propiciado desde siempre el cultivo del arroz por lo que este alimento es la base de la gastronomía valenciana. Platos como la Paella, el Arròs a Banda o el All i Pebre son delicias típicas de esta zona de la península. Las naranjas son parte de la imagen de Valencia así como la horchata de chufa. La mejor manera de acompañar a esta estupenda bebida es con fartons, una especie de bizcocho que se moja en la horchata.

El clima

Debido a su situación geográfica, Valencia disfruta del agradable clima mediterráneo. La mejor época para conocer la ciudad es la primavera y el otoño cuando no hace demasiado calor. Aunque, si se quiere disfrutar también de la playa, lo mejor es venir durante el verano.

Datos prácticos

Valencia es una ciudad segura pero, como en las grandes ciudades, deberás tener cuidado en las zonas más pobladas y no perder de vista tus pertenencias. Con la Valencia Tourist Card podrás disfrutar del transporte público gratis así como de descuentos en actividades de ocio, museos y tiendas y restaurantes concertados. Hay varios tipos de tarjetas dependiendo de cuánto tiempo estés en la ciudad, hay tarjetas de 24, 48 o 72 horas.

Entonces...

La ciudad del fuego te espera para hacerte sentir la fuerza de sus mascletás, el calor de sus gentes y la alegría del olor del azahar y del color naranja característico de Valencia.